La Llegada Tardía


Ahora solo queda la antítesis de lo que era,
la majadera sensación de vacío,
el viejo rincón vacante,
dueño ahora solo de la oquedad
que dejó el paso del viento

Pequeña, la luz de bengala
acabó por consumirse
y la varillilla atizonada
sirve ahora sólo para sacar los ojos
del niño que la tuvo en manos

Duró mucho en dar la vuelta
o el mundo giró más despacio,
cual sea la razón, el punto es:
que llegó tarde y perdió el vuelo
o lo dejó ir.

No hubo un choque violento,
sino una fuga lenta (como el derretir del hielo)
hacia la nada,
hacia la sombra,
un disminuir de intensidad

Se creyó lo que dijo
y ahora lo duda,
desmadeja lo enredado
para encontrar que ya no hay nada,
el mundo le traiciona.

El tiempo lo aniquiló,
lo que había ya no está.



imagen tomada de: http://khalise.deviantart.com/art/The-Clock-65709215

LA MUJER MÁS HERMOSA DEL MUNDO


por: Estela Aguilar


Cierro los ojos y trato de evocar mis primeros recuerdos. Salta a mi mente uno especial: tengo cinco años y estoy caminando alrededor de la mesa mientras mi mamá limpia. Solo puedo verla de la cintura para abajo, y como siempre, no paro de hablar y de preguntarle cosas: -Ma, ¿verdad que es más bonito cuando estamos solas?-. De pronto se esfuma la imagen y aparece una escena en la que estoy temblando de frío, son las cinco de la mañana y me acabo de bañar, mi mamá me envuelve en un paño y se asegura de que mi gabacha, con botones en forma de corazón, quede puesta correctamente y mi bolso tenga un trapito dentro para la hora de la merienda. Luego me peina con esmero el cabello largo, me coloca lazos celestes y me lleva de la mano hasta el portón de la escuela. Yo, siempre observándola con gran admiración, pensaba que tenía que ser aquella la mujer más hermosa e imponente en el mundo. Ningún niño o niña en la escuela tenía, en mi opinión, una mamá tan linda y joven como la mía, que me llevaba con orgullo. Recuerdo estar siempre rezagada a su caminar ligero, ir trotando a su lado para alcanzarla. La visualizo en sus etapas, las de silencio mientras aseaba la casa, reclinada sobre la pila de la ropa, las de alegría cuando me enseñaba a bailar. La miraba siempre con esa belleza melancólica, con esa tristeza que la enmudecía de adentro hacia afuera. Aprendí a callar desde entonces mientras ella dormía, aprendí a cepillar su cabello y a dibujar en su espalda blanca sobre su piel, tan increíblemente suave, a jugar con sus manos y a llamar su atención con mi llanto, pero siempre haciéndolo en la forma más sincera, pues en un pacto nunca dicho hasta ahora, y conocido desde siempre, es la manera en la que ella sabe que realmente la necesito; me dijo una vez: -Cuando vos llorás, siempre es de verdad- Nunca lo olvidé. Aprendí a sentir mucho dolor cuando era ella quién lloraba aunque no lo supo. Aprendí a escucharla… aprendí a vivir… aprendí: Aprendí para el marido siempre hay que verse bien, aprendí hay que pasar por esta vida con la clase y el estilo que te da la dignidad, aprendí solo vos podés responder por tus propios errores, aprendí la ropa nunca se dobla al revés, aprendí siempre hay una mejor manera de hacer las cosas, aprendí hay que estar ahí para las personas que amamos, aprendí hay que disfrutar el dolor porque es un signo de que estamos vivos, aprendí una mujer que se pone una falda corta con una licra debajo es una mojigata, aprendí la manera más práctica de mostrar la belleza interna es dejándola escapar por la mirada, aprendí a enderezar la espalda y a meter la panza, aprendí a maquillarme y a caminar en tacones, aprendí a limpiar, a cocinar, a cambiar pañales, a alternar sabiamente la compañía y la soledad, aprendí a ser mujer y estar orgullosa de ello, todo lo aprendí imitándola. Abrazaba su ropa por que siempre tenía su aroma indiscutiblemente elegante. Y todo lo que respecta a ella pasa frente a mis ojos con dolor o con ternura: La vez que se interpuso entre mi papá y mi hermano porque tenía miedo de que lo lastimara, las canciones infantiles, el arte entre Serrat, Rubén Darío, y el amor que empieza con las palabras Margarita, esta linda la mar... La vez que me vio con un cigarro en la mano y lo dejé caer de la vergüenza, la vez que tuve mi período y ella me abrazó, la vez que la vi desplomarse mientras se aferraba a mi llorando y me decía: -Las cosas no se arreglan así, lo se-, la vez que descubrí que no importa lo que pase ella estará ahí para mí, la vez que le pedí que me acompañara adentro el primer día de clases en la universidad, los besos, los abrazos, las risas, los regalos, las fechas especiales, su voz llamándome desde su cuarto, las películas, las pesadillas, los regaños, los enojos, los concejos, las canciones, las historias, el sarcasmo, las idas a media noche a la sala de emergencias, la manera correcta en la que acomodamos las palabras para conversar, la confianza y la amistad increíble que ha surgido entre las dos desde hace tiempo.

Muchas cosas han cambiado en nuestras vidas desde que yo tenía cinco años. Ya tengo la misma estatura que ella, compartimos ropa, sueños y maquillaje, se acabaron los problemas que la entristecían en ese entonces y vivimos en un paraíso, en una cuna verde entre las montañas. Encontró el amor y lo disfruta inteligentemente. Su hermosura se sigue adivinando a leguas entre mujer y señora, fumamos en el balcón y hablamos de cualquier cosa. Lloramos de la risa dos veces a la semana y salimos de compras. Ahora que todo es distinto el amor inicia con las palabras Estelita, está linda la mar...

Los recuerdos de mi infancia se guardaron en un baúl que abro muy de vez en cuando y siempre con menor frecuencia… Pero cualquier atardecer que la descubro en la cocina preparando la cena, en una de nuestras favoritas tardes con clima de diciembre, me punza una nostálgica corazonada de que hay un cuento detrás de nuestra actual felicidad, donde éramos brujas o duendes, donde primero fui su hija y luego su hermana, donde éramos sombras y soldados del mismo batallón y nos apoyábamos en el hombro de la otra, donde no estábamos hechas, ni siquiera imaginadas, donde no llovía ni salía el sol. A la hora de la comida, en el justo momento del caer de la noche, caen igual los platos sobre la misma mesa de mis recuerdos y empiezan las bromas y las risas, las llamadas de atención por mis faltas de educación, el spanglish entre la ensalada. Todo ese pasado se esconde en una neblina y me siento segura de que nada malo va a pasar jamás, de que nada tan bueno como el hecho de estar ahí ha pasado jamás.

Tengo veintiún años y estoy apunto de iniciar mi vida laboral, soy escritora de corazón y relacionista pública de profesión, consentida, despreocupada y segura de mi misma, con un futuro brillante por delante. Pero no olvido de donde vengo ni gracias a quién estoy aquí, porque cada vez que veo a mami salir tras una puerta con su porte de elegancia exquisita y una sonrisa en el rostro, veo sus ojos, par de estrellas negras, se abre un misterioso portal en mi mente y observándola pienso:

"Tiene que ser esa la mujer más hermosa e imponente del mundo."



imagen tomada de: http://evilkorny.deviantart.com/art/Mother-85004726

Somos gente

Y así nos vemos todos los días,
gente que amas y quieres ver,
gente que oyes y que envidias.

Y otras gentes que miras nacer
y otras tantas que miras partir,
tantas personas que miras crecer

Las ves siempre por ahí, ir y venir,
en sus vidas de modo urgente,
esperando el momento de sentir.

Te das cuenta? También eres gente,
parte de las masas grises y eclécticas,
todos y todas con algo en la mente.

Animales con aptitudes dialécticas
y caleidoscópicas emociones adentro,
unas vidas grandes y otras patéticas.

Unos lejos, otros cerca del centro,
aquí todos juntos y tan distantes,
tantas direcciones sin reencuentro.

Y deseas que todo sea como antes,
donde no se era más que un niño
en una enorme tierra de gigantes.


imagen tomada de: http://theumbrella.deviantart.com/art/clockwork-people-54450637

Condicionales


Desearía poder abrirte
como una caja de Pandora
y derramar todo tus males sobre mí,
saber lo que piensas cuando me miras
y lo que sientes cuando estoy ausente

Me encantaría ser tu dueño y
aunque corretees libre por ahí,
saber que me perteneces,
que regresarás a mi lado,
con nuevas historias y más sonrisas.

Me gustaría a veces ser transparente
y que veas lo que hay dentro,
dibujarte lo que sueño para los dos
y quedarme a vivir en la concavidad de tu abrazo,
con las piernas y las vidas enredadas

Sería perfecto poder envolver mis noches
y regalártelas, que sean tuyas
y que el calor de uno se vuelva el de los dos,
que el vacío sea un viejo fantasma,
que la soledad se reseque y muera.

Lo desearía pero no puedo.
Me encantaría pero no quieres.
Me gustaría pero es difícil.
Sería perfecto pero te resistes.
Así que me dedico a mirarte y soñar despierto.



imagen tomada de: http://memoriesmaker.deviantart.com/art/embrace-me-31606574

Largar camino


Nos rehusamos a esperar,
lo que vendrá
no lo hará si no lo buscamos,
si nos quedamos

Las manos se hacen de piedra
con la inacción de la apatía,
piedra que solo sirve para moler sueños
y deseos profundos

Analizar y repensar
se convierten en enemigos acérrimos
del vivir diario del soñador
y trepan como una enredadera entres sus pies

Cada día son más sus presas
y cada día son más los que no se dan cuenta
del monstruo violento del miedo,
del animal ponzoñoso del recuerdo

Queremos largar camino,
pero del otro camino,
del que nos lleva en paralelo
y nos mueve al unísono

Pero aunque sea solos,
escapar debería de ser la misión,
lo demás es secundario,
lo demás es lastre

Escribir se convierte
en el aletear desesperado
del ave enjaulada,
el sonido del terror al encierro

Queremos irnos, y si llaman,
díganle que nos fuimos
(como Alfonsina)
a chocar contra el tajamar
disfrazados de ola y espuma




Imagen tomada de: http://sd-stock.deviantart.com/art/Birdcage-Template-6-107996723

Cruces y mares

La tranquilidad del agua me inquieta,
la profundidad se hace amenazante
y el espectáculo de pronto me sujeta.

Solo queda esperar en buen talante,
esperar que la espera no sea larga,
esperar a que la gaviota cante

Mi alma toca el agua por su carga,
el peso en ella es demasiado
y mi espera aquí se vuelve amarga

Llevo poco del recorrido abarcado,
pero son muchas las cruces, y pesan,
me desespero realmente abrumado.

Las gaviotas hace tiempo no cantan,
sueño el sueño que ahora es la orilla,
sueños que a veces temores espantan.

El sol en lo alto y sin perdonar brilla
y no se ve seña del final de la espera,
no hay descanso, ni mesa, ni silla.

El alivio de la noche es una quimera,
el beso del frío sigue estando lejos,
en el enredo no hay adentro ni afuera

Las olas pequeñas se ven como espejos,
donde veo en el reflejo un rostro cansado,
con la boca seca y cerrados los ojos.

Sueño con el fin y con el fondo,
pues es tan difícil quedarse a flote, y solo queda
esperar con paciencia y respirar hondo
y seguir contando cruces y mares mientras se pueda.



imagen tomada de: http://reaubain.deviantart.com/art/Calm-way-125242527

Carta a la ausencia/presencia


Me cansé de este exilio
Este hielo tácito entre nosotros no me está llevando a ningún lado.
A pesar de estar en mi cama, junto a mí, siento que si estiro la mano no te voy a tocar nunca; me creo la liebre y tú la tortuga y el espacio entre nosotros, entre mitad y mitad, es infinitamente divisible… nunca te alcanzo.
Siempre supe que no soy lo suficientemente bueno para mantener tu atención por mucho tiempo, pero, sin embargo me concediste ese momento, esa pequeña gloria, ese pequeño triunfo personal, te dejaste adorar por un segundo y te adoré, te veneré y el mismo Dionisos supervisó nuestro éxtasis desde una esquina del cuarto con su copa derramando vino y desenfreno, riendo como un loco.
Ahora el ambiente se torna frío, como si acabase de entrar el fantasma del mismísimo señor Poe en forma de cuervo y hasta la luz de la mañana parece azulada y pálida.
Sé que no duermes, sólo me das la espalda y no entiendo porqué, no puedo evitar sentir que es mi culpa, me siento atragantado por las ganas de quedarme a vivir en la plana espalda frente a mi pero no, no tengo visa ni permiso de entrada, sólo una postal con paisaje de donde no puedo estar.
Miro ahora el techo y la ambigüedad me invade, quisiera que te fueras y no volvieras más, pero a la vez sé que si te vas me llevas contigo y queda aquí una versión vacía de mi mismo, seremos para siempre, lo quieras o no, uno solo.
Muchos fueron los pasos que me trajeron aquí y pocos los gestos que me expulsan. La repentina disonancia de intenciones me golpeó en la cara como un ladrillo, y ésta reminiscencia morada no se va a quitar pronto, va a tomar algo más que un par de lágrimas de alcohol para lavar el perfume de mis sábanas.
Sé que sientes orgullo de que tus mareas generen lo que algunos llamarían arte, pero a mí, que me tocó ser la barca atada al puerto, a veces encallado en la arena seca y a veces luchando por no hundirse, para serte sincero ya no me hace tanta gracia.
Traté de levantarme e irme pero el deseo se me enredó en el cuerpo y me encadenó a la cama, soy cautivo, soy preso; además ya vas adelante, mientras yo conversaba con las tablas del techo, tú, como una extraña serpiente que en vez de quitarse la piel se la pone, comenzabas el proceso de despedida. Fueron breves las excusas y a veces creo que te las crees. En poco tiempo Dionisos reía nuevamente, pero esta vez no con nostros, sino de mí.
De vuelta a singular, mi cama cruje por el repentino cambio de climas, y aquí no pasó nada, todo pareció un sueño, un delirio lunático, un deseo tan fuerte que irrumpió en lo material.
De pronto y por alguna razón, recuerdo aquellas noches de mi niñez en las que ya en mi cama sentía todavía estar montado en la rueda chicago luego de unas quinientas vueltas. Todo me da vueltas.
Malditos sean los cliché, y los déjà vu, y los rendez vous y todas esas malditas cosas que nos ataron juntos.
El eco de mi propia voz me despabila ahora, y me doy cuenta, siempre que no estás me da por hablar sólo, aunque no es mucha la diferencia.
La próxima vez te digo adiós, la próxima será la última.



Imágen: "Empty" de CatiaMelo
http://catiamelo.deviantart.com/art/Empty-130953463

Pas encore...

Fue la belleza del gesto
Fue la intensidad del golpe
o tal vez el calor del momento
lo que me puso a dar vueltas
sobre mi mismo

Fue la sensación de cercanía
la proximidad de los labios
la respiración mezclada
el toque en público
lo que me erizó la piel

Me dejé llevar
dejé que me arrastraran las ganas
hice mis maletas para irme
y mudarme a una casa más grande.
y cerré con llave

Et soudain
je me suis jeté à la poubelle
et j’ai resté dehors
pendant la tempête
avec mon cœur dans ma valise

J’ai cru
que mon temps était finalement arrivé
mais non, c’était un rêve
ils me disent qu’il arrivera
mais pas encore
pas encore


Salutación angélica

Todavía quedaba en el ambiente ese olor dulzón que la había casi hipnotizado antes, habría jurado que en el aire se podían ver todavía pequeñas chispas de su presencia.
Se sentó y se puso una mano en el vientre, creyó que sentiría algo especial pero nada, sólo sentía el pulso acelerado producto del tremendo susto que se acaba de llevar. Se puso a pensar en lo que había sucedido. El olor había desparecido casi por completo y ahora, libre del sopor, se sintió un poco tonta. Nunca había sido muy difícil convencerla de algo pero esta vez fue demasiado fácil.
“No eran circunstancias normales” pensó y lo tomó como punto a su favor “No todos los días está una hilando y de repente entra alguien así”.
Cerró los ojos y pudo verlo como si todavía lo tuviera en frente. Espalda ancha y tez increíblemente blanca, se movía y hablaba con una soltura antinatural tomando en cuenta que era un extraño en la habitación de una muchacha, su voz era tersa pero fuerte, más tarde ella la recordaría como miel espesa siendo vertida sobre un pedazo de pan caliente. Y ese olor, él olía a algo vago, algo difuso, un recuerdo de la infancia, un abrazo de madre. Tenía el cabello largo y rubio, cosa que no era muy común por esos lugares y cuando habló, habló de suerte, de buenaventura y de hora buena, y otras cosas que ella no logró comprender del todo.
Ella nunca había sido suertuda, mucho menos habiendo nacido en un lugar en donde el sólo hecho de ser mujer era ya un golpe de mala suerte, sin embargo lo escuchó, escuchó con detenimiento cada sonido que él producía, en realidad era difícil no hacerlo, hablaba de una manera tan extraña y diferente que le provocaba un deseo ajeno, algo que ella no conocía.
Él siguió hablando y ella estaba embelesada con su tono de voz y ese brillo que parecía envolver su rostro, de piel suave y facciones angulosas, se asombró de escucharlo hablar de cosas tan humanas, viscerales y primitivas pero en él sonaba todo divino, celestial, “es un excelente orador” pensó ella “podría venderle lo que sea a quien sea”.
Mientras pensaba la envolvió el silencio, se sobresaltó al ver que él la miraba intensamente, como esperando un respuesta, ella trató luego de recordar lo que había salido de su boca en ese momento pero no pudo, fue como si las palabras cayeran por sí solas de entre sus labios, al terminar de hablar ella él sonrió y se levantó, ella hizo lo mismo por no saber que más hacer y sin despedirse, aquel extraño se dio media vuelta y se marchó, ella sintió deseos de correr detrás de él, de hacerlo hablar más pero no lo hizo, se quedó clavada en donde estaba. Intentó pensar en aquello a lo que había accedido, pero nada, su mente estaba en blanco.
Poco a poco salió de su adormecimiento y las ideas comenzaron a tomar forma en su cabeza, ahora ahí, sentada con la mano en su vientre, se llenó de miedo “¿Qué he hecho?” pensó, “¿Qué fue lo que pasó?”, necesitaba hablar con alguien pero estaba sola, además dudó que alguien le creyera cuando lo contase, lo mejor será callarlo, pero había alguien a quien no podría ocultárselo, nuevamente fue presa del miedo, pero poco a poco ese sentimiento fue cediendo como tierra lavada por el cauce del río y fue dejando en su lugar una sensación extraña. Tal vez fue la apariencia extraña y hermosa de aquél celícola, o tal vez fue el descomunal par de alas que brotaban de su espalda, o tal vez era el cansancio, pero el caso es que ella se dejó sentirse optimista, años después al volver a lo sucedido aquel día no pudo evitar sentirse ilusa al recordar su último pensamiento de esa noche “Todo va a estar bien”.

Cheerful thoughts


La masa amorfa es solo el comienzo
y apunta de patadas y mordiscos
besos, caricias y puntapiés
se le va dando forma

Se escriben los votos
para casarse con el destino
y los credos se modifican
los caminos se siguen

El baile, la lucha, la carrera
los puntos de vista son infinitos
para esta caleidoscópica gran batalla
tiempos terminan y otros comienzan

Se habla hasta el cansancio
y se trata de comprender
los inconformes viven de paradojas
los perezosos se cubren con dogmas

Y la cosa se complica señores
se coleccionan años en una repisa
hasta que por su peso se desmorone
y pesan también los recuerdos

El que está ciego quiere ver
y el que ve no soporta y quiere volver a ser ciego
todos por igual, somos victimas
de esta gran hambruna universal por más

Se enreda y gira
se alarga y termina
se mueve y retuerce
se separa y se reúne

Y se sigue complicando
el final es un fantasma
y se convierte la vida en una serie de embrollos
que a veces terminan bien y otras terminan mal

Vasos Vacíos

8:09 Publicado por César 0 comentarios
Mañana cuando te levantes
y pienses lo que dije ayer
ay viejo que en este juego
a mi siempre me toca perder.

Vasos Vacíos
Los Fabulosos Cadillacs

Lirismos


El yo lírico se queja.
Se lastima los ojos
de tanto buscar
la concurrencia de dos personas

El tú lírico se ve difuso
Figura fantasma
Diluida entre un mar de caras
de presencia esquiva

El yo lírico se disfraza
Se maneja de mil maneras
Pero nada le funciona
Teme no ser nada

El tú lirico toma forma
A veces se enfoca
pero luego se deshace
y se va como una exhalación

El yo lirico se pinta de colores
y juega a ser fénix
Trata pero no puede
Busca pero no encuentra

El tú lirico se disimula
Se esconde
La ambigüedad de género es su aliada
y otros trucos del idioma

El yo lirico es una caja de sorpresas
Saca de donde no hay
Inventa lo que no existe
y termina donde empezó

El tú lírico me desencadena



Ilustración: "Deseo" de Alberto Montt
http://blogdelmontt.blogspot.com/

Conversando

Me dices que la gente se va
Que pasan de largo
Y que como el agua del río
Nunca están dos veces en el mismo lugar

Te digo que no me quiero ir
Que me quiero quedar
Que mis dedos se conviertan en enredaderas
Que trepen por tu existir

Propongo que nos quedemos
Contra la corriente ya vamos de todas maneras
Y un obstáculo más no es nada
Una colina más sólo promete un punto más alto

Me dices optimista
Pero todo lo contrario
Soy un pesimista al revés
Tal vez un soñador cansado

A veces creo que no me crees
A veces veo que no me ves
Pero aquí estoy, y estoy hablando
Deseando sólo acercarme un poco más

Se va a caer, se va a caer...

Se cayó, por fin se cayó. En el ambiente quedó reinando un silencio que lastimaba los oídos. Nadie supo qué hacer. A uno que otro ciudadano se le mojaron los ojos, los demás sólo se quedaron ahí, de pie, con la boca abierta sin poder decir nada, la nube de polvo se extendió por cientos de metros a la redonda, y la corriente del Támesis empezó su labor purificadora de arrastras los escombros. El panorama cambió de repente, y todos buscan alguien a quién apuntar con el dedo pero obviamente no hay nadie, y al ser como somos, comenzamos a culparnos a nosotros mismos. Se nos ha venido advirtiendo desde hace tiempo y no hicimos nada. Ahora ya no tiene sentido, ya no hay nada inverosímil de lo cual hacer cancioncillas. Sólo se puede hablar de lo que pasó.
Los niños se siguen tomando por las manos, y dando brincos cantan una canción diferente:
“El puente de Londres ya se cayó, ya se cayó y nos cayó encima”

El Extra

El extra se recuesta sobre una pared, enciende un cigarrillo y pone mirada lánguida al grito de acción.
Fuera de foco, el extra es parte del mundo de alguien más.
El extra es una pestaña, un codo o una rodilla en la esquina del cuadro.
El extra corre fingiéndose presa del pánico del horror que luego destruirá el héroe con artificial valentía.
El extra no es protagonista ni en su propia vida y siente un hueco en el estómago cuando de entre la multitud de fondo ve a la doncella caer en brazos del galán.
El extra se pregunta con fuerza cuando será el momento de que el paneo termine con él, en que el fade-in solo lo revele a él en un primer plano.
El extra se sueña derrotando peligros y conquistando doncellas hasta que la cámara ruede otra vez y vuelva a ser el ciudadano 22.
El extra no es dueño de su tiempo, sino que tiene que llevar el paso de quienes dan forma a su historia.
El extra anhela y siente.
El extra desea y odia.
El extra tiene detalles.
El extra tiene un rango emocional.
Pero nada de eso importa, al final nada de eso se ve en la pantalla.

Desapercibiendo

Los demás son tontos o se hacen
Sólo yo lo noto
cómo tu extraña presencia
carga el aire que te rodea.

Nadie más parece darse cuenta
Sólo yo te miro
mientras te fusionas
con la música que te envuelve

Mucho pasa desapercibido
Sólo yo colecciono
cada movimiento
que dibujas con la luz

Pasas muy por alto
Sólo yo me doy cuenta
cómo se desparrama por el suelo
el ritmo que describes

Todos te ignoran
Sólo yo te veo
con ojos cerrados
robarte lo poco que me queda de cordura

Se hace de todo...



Se recauchan sueños rotos
Se reaniman ilusiones
Se planchan arrugas en el alma
Y se amainan tormentas

Se brinda compañía
Se dan promesas
Se pintan futuros
Y se suavizan caminos

Se hacen peregrinaciones
Se confeccionan sueños
Se diseñan castillos en el aire
Y se maquillan lágrimas

Se devuelve el tiempo
Se recuperan años
Se sanan heridas
Y se dibujan mapas del cielo

Se corrigen destinos
Se eliminan miedos
Se rompen esquemas
Y se cuelgan sonrisas en la ventana como faros

Ya no se puede hacer más
Ya más no puedo ofrecer
El tiempo de la ausencia se hace largo
Y la distancia crece

Se hace de todo
menos olvidar
Se hace de todo
menos perder la esperanza
Se hace de todo
menos apartar la vista de la puerta


(imagen tomada de: http://oddesign.deviantart.com/art/Door-43565337 )

¿Y ahora?


- ¡Caramba! – dijo el príncipe emocionado oyendo su voz por primera vez.

Descubrió sus manos con pulgares y se llevó las manos a la cara. Se tanteó la nariz y buscó con los ojos por la habitación hasta que encontró un espejo de cuerpo completo, se miró de arriba a abajo. Estaba desnudo. Se dedicó con detalle a descubrir su nuevo cuerpo y con los dedos empezó a tantearse lo pies, perdió el balance y cayó duramente sobre su trasero. Rió con dolor, no estaba acostumbrado a pesar tanto.

- Ahora tengo piernas – pensó mientras pataleaba en suelo riendo como un niño. Durante su recorrido encontró muchas sensaciones nuevas, se tocó por donde pudo, hasta donde llegaban sus brazos, sus ansiosos dedillos se metieron en casi todos sus agujeros corporales, y encontró puntos en su cuerpo que le hacían sentir cosquillas o dolor, las dos cosas las disfrutó por igual, llegó de nuevo a su cabeza y encontró algo nuevo que no podía tocar, su mente. Podía ahora pensar con mucha más claridad, su cerebro parecía haberse abierto como una flor de loto y las posibilidades eran infinitas. Había pasado de una serie de pensamientos monocromáticos a un caleidoscopio de ideas.

Olores, sonidos, colores, todo era nuevo, todo estaba exagerado mil veces. Miró nuevamente su cuerpo que ahora era una versión musculosa y descolorida de su antiguo ser. Está bien, era más grande y fuerte, pero su piel ya no era brillante y lustrosa, además sentía mucho calor.
Buscó nuevamente con avidez su imagen en el espejo y vio a alguien más reflejado. ¿Cómo había podido olvidarse de ella?. Por meses y meses había sido su mascota fiel, su compañero en secretos y había llegado a amarla, al parecer era recíproco por eso aquél día ella se había atrevido a plantarle un beso en su fría bocaza.

La princesa estaba en el suelo, parecía haberse tropezado con un mueble en su sorpresa y estaba todavía ahí tirada junto al taburete volcado, con los ojos desencajados de terror. El príncipe trató de tocarla pero ella de un salto huyó hacia la puerta y se detuvo ahí, con la perilla en la mano. De pronto su expresión se transformó de una expresión de sorpresa y terror a una verdadera mueca de indignación y asco. Lo miró de arriba abajo y habló, pero su voz ya no era dulce sino un chirrido como de goznes sin engrasar.

- ¡Te prefería como sapo! – y con eso salió dando un portazo.

El príncipe se miró nuevamente pero esta vez de una manera muy diferente, y descubrió en ese momento que tenía algo nuevo que lo hacía más humano aún que los pulgares y el cerebro pensante...




(imágen tomada de: http://bliss-chan.deviantart.com/art/Frog-Prince-Lineart-43593434 )

De todos modos no veo bien de lejos, ni pude estar solo...

No fue solamente ayer,
lo ha sido siempre,
lo quise, quise ser árbol
para solamente estar ahí y respirar y crecer,
pero mis ojos quisieron ver el mundo.

No fue solamente ayer, lo fue siempre,
lo quise, quise ser mar;
para simplemente ser eterno,
conocer el mundo y ser profundo,
pero mis manos quieren tocar el cielo.

No fue solamente ayer, lo será siempre,
lo quise, quise ser montaña;
para ser deidad, ser alto e inspirar anhelos,
pero mis pies mueren por seguir la luna.

Lo de ayer lo será siempre, anhelé ser estrella,
pero fui fugaz,
exploté pronto y de todos modos no veo bien de lejos,
ni pude estar solo.

No fui mas que un deseo por nadie formulado, y la burbuja se hace estrecha,
una unión de elementos, un humano descargado,
un mundo prefabricado, una moneda de tres caras.

Siempre fui el nudo en la garganta, de quien muerde sus labios,
con pánico a la imprudencia, el rubor de la verguenza, la lengua adormecida,
los ojos llorosos y al final, la palabra mal dicha.

La columna vertebral de las piedras, el dedo en el gatillo y la oreja en el cañón,
el sabor metálico o la alegría/pánico de vivir y convivir
.
No fue solamente ayer, lo será siempre, y fui deseo,
pero no fui nada,
y solamente existí,
ya que ser es lo unico que se hacer.


(algún momento entre 2003 -2004)
Gracias JuanPa por guardarlo tanto tiempo

En la pared de Mariela

14:27 Publicado por César 0 comentarios
El arte no es sino rasga el alma
se convierte en el pálido retrato
de una tediosa y simple cotidianidad
las grandes obras llevan lágrimas, sangre y vida
solo se ocupa un corazón pulsante
para hacer algo sutilmente enorme...

(algún momento de 2005)

Escena de Amor

8:50 Publicado por César 5 comentarios

Muerte de Romeo
(Charles and Mary Lamb, Tales from Shakespeare)

Con trapeador en mano entra el vasallo, mientras va refunfuñando su suerte. No es él quien debería limpiar esto.
Sobre la tumba están todavía los cuerpos tibios de los jóvenes amantes. Nadie se había dignado a moverlos. Apoyado sobre el mango del trapeador el vasallo mira la escena, es un desastre, estos dos se encargaron de dejar el lugar hecho un verdadero chiquero. Un trapeador no será suficiente para recoger del suelo toda la sangre que antes hacía enrojecer las mejillas de la hermosa Julieta. El reguero se extendía desde la tumba casi hasta la puerta de entrada.

El vasallo apretó los dientes y maldijo de nuevo su suerte.

- Debería venir el viejo Montesco a limpiar o Capuleto; después de todo es su propia sangre la que estoy limpiando – espetaba para sí.

Pensó en pedir ayuda pero luego recapacitó. Si lo mandaron a él fue porque nadie más quería hacerlo; por lo tanto no era probable que alguien bajara a ayudarlo. Decidió poner manos a la obra, “al mal paso darle prisa”, movió un poco los caros vestidos de Julieta para empezar de adentro hacia afuera pero se detuvo cuando vio a Romeo. Su expresión no era plácida como a de Julieta, el veneno debió ser excepcionalmente fuerte se veía una leve mueca de dolor y la lengua comenzaba a salirse de la boca con un color oscuro. La escena mórbida le provocó escalofríos en la nuca. Había visto un par de veces al joven Romeo por las calles pero nunca le había hablado; de hecho sabía muy poco de él. Entonces le pareció inadecuado que fuera él precisamente el encargado de recoger todo. El grupo de allegados vino, hicieron un alboroto y luego se fueron y le dejaron su problema a alguien más.

- Bueno, me están pagando por limpiar esto, no por perder el tiempo – se dijo al notar que llevaba rato ahí parado sin hacer nada.

El silencio del lugar se vio perturbado por el sonido acuoso y pegajoso del trapeador cortando surcos sobre la sangre ya casi seca. El aire se llenó del típico aroma dulzón y metálico del líquido escarlata. Al poco rato el vasallo comenzó a sudar y nuevamente maldijo su suerte:

- ¡Mierda! – dijo en voz alta – El amor es sólo una escena, un acto y al terminar siempre tiene uno que venir a limpiar el desorden.

Carnaval

El carnaval da comienzo
Ninfas, cerberos, mancebos
todos en fila, todo un bufé
La multitud se mueve
como algo vivo, una unidad.

Todos hambrientos de olvidos
venimos aquí a no tener pasado
aquí tenemos derecho a ser vacíos
no hay pensamiento ni bueno ni malo

No tenemos derechos ni obligaciones
aquí venimos a estar ebrios de música
eternamente insatisfechos
aquí no somos nadie y somos todos
Somos clones con diferencias

Dejamos el ser y el sustantivo
y somos proyecciones
todos de plástico y cristal
Estamos sedientos de luz
y queremos sentir la piel vibrar

Sol con luna y luna con sol
Vamos a estar aquí mañana
y el día después
Aquí somos eternos
Aquí somos perfectos

Aquí despegamos sin rumbo
Somos una gota en el mar
Aquí se derriten los relojes de Dalí
y sin lucha nos dejamos llevar.

Sería yo













Sería masticar con la boca abierta
Ser abierta y descaradamente feliz
Sería yo ambicioso
con cada segundo que pase
Y con cada mirada
que se dispare como una bala perdida
Sería yo como un Grenouille
y en un frasco guardaría el olor del tiempo
que pasemos juntos

No abría tiempo de pensar
en los demás que nublan la vista
Sería poner los codos en la gran mesa
y subirse con zapatos en la cama
Sería yo como un globo que se hincha
y cada vez ocupa más
Sería tirar piedras
a los grandes vitrales del vecino
Y rayar con grafiti
las blancas paredes de la asamblea

Son tan pocos los dedos
que tengo en cada mano
Pero tantas las cosas
que podría hacerte con ellos
Sin tan solo me dejaras acercarme.
Sería yo tan completo.