La tranquilidad del agua me inquieta,la profundidad se hace amenazante
y el espectáculo de pronto me sujeta.
Solo queda esperar en buen talante,
esperar que la espera no sea larga,
esperar a que la gaviota cante
Mi alma toca el agua por su carga,
el peso en ella es demasiado
y mi espera aquí se vuelve amarga
Llevo poco del recorrido abarcado,
pero son muchas las cruces, y pesan,
me desespero realmente abrumado.
Las gaviotas hace tiempo no cantan,
sueño el sueño que ahora es la orilla,
sueños que a veces temores espantan.
El sol en lo alto y sin perdonar brilla
y no se ve seña del final de la espera,
no hay descanso, ni mesa, ni silla.
El alivio de la noche es una quimera,
el beso del frío sigue estando lejos,
en el enredo no hay adentro ni afuera
Las olas pequeñas se ven como espejos,
donde veo en el reflejo un rostro cansado,
con la boca seca y cerrados los ojos.
Sueño con el fin y con el fondo,
pues es tan difícil quedarse a flote, y solo queda
esperar con paciencia y respirar hondo
y seguir contando cruces y mares mientras se pueda.
imagen tomada de: http://reaubain.deviantart.com/art/Calm-way-125242527
14 de noviembre de 2009, 6:37
Me gusta el poema, porque me parece sumamente saludable ejercitarse en las formas clásicas. Además, tiene buenas imágenes.
Solo me falta un poco en la métrica, porque a veces se rompe.
Gracias por compartir tus trabajos, César.
Saludos.
15 de noviembre de 2009, 18:38
Enhorabuena! Pensé que sólo José Pablo Medrano y yo manteníamos los metros clásicos. Hermosas imágenes, tono reposado. Eso sí -no sé si sabés- hay una superstición muy fuerte con los tridecasílabos... jeje! Un abrazo!
17 de noviembre de 2009, 10:09
Garcias por los comentarios y en serio gracias por tomarse el tiempo de leer lo que escribo.
Asterión:
Sí entiendo lo de la métrica, éste fue mi primer intento de algo realmente con estructura mas o menos clásica y veo que no es nada fácil, tengo que ponerle en eso.
Luis:
Voy a tratar de entrenarme con esto para que ya seamos tres con lo clásico, y con lo de los tridecasílabos, tranquilo, me eché sal sobre el hombro izquierdo por aquello, si a eso te referías jajajaja
17 de noviembre de 2009, 15:20
César, tremenda tarea te propusiste. Si en algo acertaste fue en hacerlo fluido, liviano, espectral, como la imagen. Me gusta muchísimo aunque se puede pulir, pero ya es sacar más brillo.
¡Saludos!