La eterna espera

Sé lo que es,
sé como se siente,
mis dedos le han rozado
y la he visto irse.

Sé que es esquiva
y se escapa en un suspiro ,
presa difícil ,
animal traicionero .

Se dibuja en caras que veo
e irradia calor y luz,
aminora el paso del tiempo,
y sopla sobre heridas abiertas.

Su ausencia duele,
su ausencia mata,
el que no esté me corroe,
el que se escape me desgarra.

La veo a veces cerca,
pero intangible,
me ahueca el vientre,
y se marcha riendo.

Lla espero siempre,
a que sea mi turno,
a que sepa que la quiero,
a que se quede conmigo siempre.

Y en voz baja repito su nombre,
como un mantra, como un credo.