Son las ganas viscerales de ser algo,
ganas enormes de hacer más,
de no dejaros ganar por el tiempo,
de evitarle el mordisco al olvido.
Es la droga intangible del ego,
el ánima fugaz de lo eterno,
de vivir escondido en lo colectivo
por siempre.... siempre
Esa necesidad de que retumbe el ser,
de que el eco alcance rincones inhóspitos,
de que la punta de los dedos se toquen,
en el otro lado del globo.
Es el impulso inconsciente de ser otro,
de ser más, de crecer en lo que se ama,
de encontrar la manera de poner en común
y de llevar a buen puerto las palabras.
Puedo estar queriendo ser más de lo que se soy,
pero no se me ha dibujado todavía el límite,
podéis definirlo como queráis,
que yo sé lo que siento y también sé a dónde voy.
Imagen tomada de: http://editkou.deviantart.com/art/REACH-131802462
22 de julio de 2010, 18:52
decia un filosofo por alli, que pendemos de un deldadito hilo, con el que soñamos la inmortalidad y la trasendencia, me gusta hermano este poema...